Revista oficial de librerías Gandhi
Entrevista a Irene Vallejo
Carta editorial | El reinado de los clásicos
La literatura no se genera de forma espontánea. Por el contrario, se construye sobre la base de la tradición; en ocasiones, como una continuación; en ocasiones, como una ruptura, pero siempre en relación con ella. Este mes hemos decidido dedicar nuestro número de Lee+ a los clásicos de distintas épocas y latitudes. No hemos hablado de “canon”, pues por fortuna esa idea va diluyéndose en nuestros días. A aquellos referentes casi divinos que idolatraban algunos críticos hoy les hemos sumado autoras mujeres, autores y autoras de los cinco continentes, y autores y autoras de las minorías sociales que antes no habían sido reconocidos.
Episodio 100: Especial de Terror: Cuentos de Mary Shelley y Bram Stoker
¡Estamos de fiesta por nuestro pódcast 100! Grabamos en vivo dos cuentos de terror en una de nuestras librerías para el último episodio del año, en compañía de escritores de casa de primer nivel, divertidísimos y creativos, quienes entre sustos dramatizaron “La casa del juez”, un cuento de Bram Stoker que narra la historia de Malcolmson (Bernardo Fernández, Bef), un estudiante que decide habitar la casa abandonada de un cruel juez (Toño Malpica), cuyo espíritu vengativo aún habita el lugar. A pesar de las advertencias del pueblo entero (Bernado Esquinca, Raquel Castro y Mariana H.), Malcolmson se queda ahí y vive sucesos inexplicables cada vez más aterradores… En la narración, la voz del increíble Jorge F. Hernández. También traemos para ti “El mortal inmortal”, un relato de Mary Shelley que cuenta la historia de Winzy (Alberto Chimal), un joven que se vuelve inmortal al beber una poción de su maestro alquimista. Al principio todo parece ir genial, pero ¿será que la vida eterna es realmente un don o una maldición?
¿Qué es un clásico?
Debo a los clásicos de la literatura universal mis mayores momentos de emoción y mis mayores aprendizajes vitales. Los primeros libros que leí yo mismo (ya sin la ayuda de mi papá) pertenecían a series de clásicos ilustrados; eran versiones adaptadas y abreviadas (imagínese Robinson Crusoe en unas 30 paginitas). Más tarde mis manos sujetaron las versiones originales de esos libros. Y desde hace un tiempo, muy buena parte de lo que escribo está firmemente enraizado en aquellos gigantes sobre cuyos hombros somos enanos, como decía Bernard de Chartres.