Revista oficial de librerías Gandhi
Entrevista a Irene Vallejo
CARTA EDITORIAL | Ilustradores, ¡ilústrennos!
A medida que nos adentramos en el ámbito de la literatura, es esencial hacer una pausa y apreciar a los artesanos que a menudo se pasan por alto y que dan vida a nuestras historias favoritas: los ilustradores de libros. Su trabajo es nada menos que magnífico y sirve como puente entre la palabra escrita y la vívida imaginación de los lectores. Cada trazo de su pincel captura emociones, establece el tono y realza la narrativa de una manera que las palabras por sí solas no pueden lograr.
Episodio 100: Especial de Terror: Cuentos de Mary Shelley y Bram Stoker
¡Estamos de fiesta por nuestro pódcast 100! Grabamos en vivo dos cuentos de terror en una de nuestras librerías para el último episodio del año, en compañía de escritores de casa de primer nivel, divertidísimos y creativos, quienes entre sustos dramatizaron “La casa del juez”, un cuento de Bram Stoker que narra la historia de Malcolmson (Bernardo Fernández, Bef), un estudiante que decide habitar la casa abandonada de un cruel juez (Toño Malpica), cuyo espíritu vengativo aún habita el lugar. A pesar de las advertencias del pueblo entero (Bernado Esquinca, Raquel Castro y Mariana H.), Malcolmson se queda ahí y vive sucesos inexplicables cada vez más aterradores… En la narración, la voz del increíble Jorge F. Hernández. También traemos para ti “El mortal inmortal”, un relato de Mary Shelley que cuenta la historia de Winzy (Alberto Chimal), un joven que se vuelve inmortal al beber una poción de su maestro alquimista. Al principio todo parece ir genial, pero ¿será que la vida eterna es realmente un don o una maldición?
Benjamin Lacombe y Sébastien Perez: las ilustraciones y las palabras
Entrevistarlos no es poca cosa. Sus creaciones los sitúan en un espacio distinto y sus libros pueden mirarse como objetos que van más allá de las letras y las imágenes. En 2007, Benjamin Lacombe se convirtió en uno de los ilustradores más importantes y reconocidos. Ese año, la revista Time señaló que Cereza Guinda era uno de los diez mejores libros para niños que se habían publicado. Su opera prima (que nació como su proyecto para graduarse en la Escuela Nacional de Artes Decorativas de París) le abrió los caminos.